top of page

06/11/2020

LO QUE EL TIEMPO CAMBIÓ

Nerea Fernández

Probablemente, te sonará el nombre del barrio de “Otxarkoaga”. Quizá, en caso de ser así, reconozcas este lugar por haber escuchado alguna que otra noticia sobre él.  Puede ser, también, que sus noticias y el nombre de este barrio te hayan calado en la memoria sin necesidad de vivir cerca de él. A decir verdad, no importa desde qué parte de España estés leyendo esto porque, Otxarkoaga, es ya famoso en toda Europa.  Pero puede ser, tal vez, que la perspectiva que se ha ido expandiendo con el tiempo acerca del barrio bilbaíno de Otxarkoaga, no abarque en totalidad la realidad de este lugar.

En los años 60, debido a la oleada migratoria laboral que se produjo con el desarrollo de la industria en Bilbao, nació una nueva barriada situada en los antiguamente conocidos como “los barrios altos de Bilbao”. Esta nueva zona de viviendas estaba compuesta por todos aquellos obreros y familias que llegaban de diferentes zonas de España en busca de un trabajo y un nuevo futuro. Debido a los altos alquileres en el centro de la ciudad, se vieron obligados a buscar hogares en los alrededores de Bilbao, donde la vida alcanzaba al bolsillo de todos, creando así el barrio que hoy recibe el nombre de Otxarkoaga.

Los inicios de este arrabal se dieron junto con la materialización del Plan de Urgencia Social de Vizcaya aprobado en 1959, el cual buscaba deshacer los poblados chabolistas que había afincados en diferentes montes cercanos a la ciudad. La construcción de viviendas era urgente para mejorar la calidad de vida de todas las familias que formaban aquellos poblados, por lo que se eligió el valle de Otxarkoaga como destino de las más de 4.000 nuevas viviendas que acabaron formando el barrio que hoy conocemos. 

El barrio, situado en un valle a las afueras del centro de Bilbao, fue desde sus comienzos un vecindario humilde, compuesto por aquellos que, a ojos de los demás, no parecían a la altura para vivir en el centro ciudad. La fama de esta pequeña aldea en crecimiento, marcada por la falta de dinero y su población obrera, impregnó en su gente definiéndola durante años.

 

Con los avances urbanísticos que fue recibiendo el barrio, la creación de edificios, calles y parques, Otxarkoaga fue creando un espacio en el que sus vecinos se mostraron unidos con el fin de seguir mejorando su situación, consiguiendo poco a poco un barrio como todos los que forman a día de hoy la ciudad de Bilbao.

Pero fue a partir de la década de los 80 cuando Otxarkoaga se convirtió en un espacio en el que sus habitantes tuvieron que combatir con los problemas que empezaban a surgir con la venta y el consumo de drogas. Por desgracia para muchos de sus residentes, el barrio fue cogiendo un rol de gueto en el que nadie quería seguir viviendo. Todas las dificultades que la droga trajo a Otxarkoaga supusieron un antes y un después para su fama, la cual en sus inicios ya había resultado dañina para los vecinos y, tras mucho trabajar en su mejoría, volvía a caer en picado.  

 

A pesar de que a día de hoy se sigue dando el narcotráfico en el barrio, no se acerca a la situación vivida entre los años 80 y 90, pero las secuelas del pasado siguen en la calle. Muchos de los vecinos de Otxarkoaga perdieron la vida a causa de la droga, muchas familias hicieron lo posible por huir del barrio y otros muchos jóvenes pagan actualmente las consecuencias de la venta y el consumo de sus familiares.  ​

La droga supuso un golpe duro para el barrio, ya que desencadenó otros grandes problemas que han llegado hasta Otxarkoaga como lo conocemos hoy. Entre los principales se encuentra la asignación de viviendas de protección oficial a familias de problemáticas sociales, la carencia de espacios verdes y la falta de aparcamientos, así como el bajo nivel educativo de las personas desempleadas del barrio, que hacen que se eleve la tasa de desempleo de la localidad.

 

A toda la negativa que vivió el barrio durante años, se sumó la prensa, quién jugó un papel muy importante para la historia de Otxarkoaga y que hizo flaco favor a la fama difundida por toda España.

Se publicaban noticias y artículos en los diarios donde se trataba de limpiar la imagen de gueto que tenía Otxarkoaga, fracasando totalmente en el intento. Su insistencia en nombrar el barrio en el periódico en tantas ocasiones hizo que la gente se empapase solo de los acontecimientos negativos. Además, algunos periódicos que hablaban del barrio cubrían noticias con total independencia de su veracidad, por lo que costó mucho hacer público que el barrio de Otxarkoaga  estaba trabajando para conseguir un cambio.

Después de todo, gracias a los múltiples labores realizados en el barrio y  la aparición y el apoyo de asociaciones como Tendel, la mala prensa no ha podido con Otxarkoaga y a día de hoy es el barrio de Bilbao con menor índice de delincuencia, junto con el barrio vecino, Txurdinaga, con el que forma parte del Distrito 3 de la capital vizcaína. Además, en el año 2012 se hizo público un comunicado en el que se aseguraba que los vecinos de la zona estaban empezando a sentirse más seguros debido al aumento de presencia policial.

Con todo ello, Otxarkoaga ha demostrado ser un barrio que incluso habiendo pasado de ser un poblado construido para esconder “las vergüenzas” de Bilbao tanto a los propios como a los extraños, a ser un barrio dañado por la droga y el desempleo, ha sabido hacer siempre frente a sus reivindicaciones, superando cada situación hasta acabar solucionandola. En una buena medida, los cambios y avances logrados en el barrio han sido gracias a la iniciativa ciudadana, quien se ha encargado de limpiar la fama de Otxarkoaga y demostrar que los vecinos que ocupan sus calles son personas de bien, con tanto peso como todos los demás ciudadanos.

bottom of page