María Ángeles Cobos tiene 64 años y desde hace 55 vive en Otxarkoaga, donde ha pasado casi toda su vida. Otxarkoaga es un barrio en el que conviven personas muy diferentes entre sí, pero todas tienen algo en común: luchan por sacar a su familia adelante y están orgullosos de su barrio, al igual que Ángeles. A lo largo de estos años, ella misma ha vivido en primera persona la mejora y el crecimiento del barrio si del de uno de sus hijos se tratase. Ahora, está orgullosa de presenciar en lo que se ha convertido Otxar, así es como ella llama cariñosamente al barrio, que es su casa. Además, para Ángeles, todos estos avances conseguidos, por los cuales tanto se ha luchado, dejan un buen barrio donde asentarse a sus hijos y nietos.

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En el actual año 2020, el barrio de Otxarkoaga tiene una población de 10.138 habitantes, según datos facilitados por el Ayuntamiento de Bilbao. Algo llamativo respecto a los años 90, época en la que había 14.875, según un estudio demográfico realizado por otxarkoaga.com (http://www.otxarkoaga.com/documentacion/1991-estudio-socio-demografico-de-otxarkoaga.pdf).  Se ha notado un importante descenso demográfico en apenas 30 años.

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Pese a este bajada, avances como la llegada del Metro Bilbao en el año 2017, la reciente construcción de viviendas más equipadas y la puesta en marcha de asociaciones han ayudado mucho a Otxarkoaga y a todos sus vecinos a crecer. 

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En sus inicios, Otxarkoaga no tenía nada que ver con la imagen del Gran Bilbao que los bilbaínos y las bilbaínas tenían en mente. Mientras en la Plaza Moyua se encontraban los grandes edificios y oficinas financieras, unos kilómetros más al norte las autoridades, tanto locales como estatales, intentaban construir un barrio acogedor y familiar en el que pudiesen convivir todo tipo de familias. La idea era crear una ciudad jardín que fuese liberadora de población para Bilbao. Al ser una zona barata y alejada del núcleo urbano, se eligió Otxarkoaga para formar este lugar. La única parte negativa era que se trataba de un terreno en pendiente y dificultaba las labores de construcción.

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Este nuevo núcleo de población fue construido mayoritariamente durante los años 60 tal y como lo conocemos hoy en día. De esta época en adelante se fueron asentando muchas familias, una de ellas fue la de Paula Lozano, la cual vive en Otxarkoaga desde que nació en 1999. Paula es una joven de 21 años y explica que en este barrio se pueden diferenciar claramente dos zonas: la primera es la “Otxarkoaga profunda”, tal y como la denomina ella,  y la otra es una zona más nueva y tranquila que ha ido creciendo durante los últimos años. Con la denominación de “Otxarkoaga profunda” Paula se refiere a los edificios y zonas que están en el barrio desde que ella nació. “Donde yo vivo ahora es una urbanización que se empezó a construir en los años 2000 y de aspecto poco se asemeja a  lo que estamos acostumbrados a ver en el barrio”, señala Paula.

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Pese a la diferencia de edad entre María Ángeles y Paula, ambas coinciden en que el barrio ha avanzado mucho en los últimos años pese a que aún quedan muchas cosas por mejorar. “Instalaron unas rampas mecánicas en la zona del centro de salud, las pusieron ahí para la gente mayor. Esto fue una buena idea pero hacen falta más en otras zonas del barrio”, afirma Paula. María Ángeles coincide con Paula en este punto, ya que ella vive en Aixeona, una zona nueva del barrio a la que se accede tras subir varias cuestas. “Yo soy joven y no tengo problema para subir cuestas pero cada día veo como a la gente mayor le cuesta más”, señala Paula que reclama que pongan un ascensor o que los autobuses urbanos suban hasta allí. "Cuando vengo de entrenar del gimnasio es cuand más me cuesta”, apunta. A pesar de no haberlo vivido en primera persona se muestra muy contenta porque ahora desplazarse desde allí hasta cualquier punto de Bilbao es mucho más fácil que hace años tal y como la cuentan sus padres.

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A través de una encuesta realizada por el propio medio de OtxarBerriak (https://twitter.com/OtxarB/status/1337726051284299776?s=20), un 93% de las personas manifestaron que los cambios que se han dado en el barrio en los últimos años han favorecido al mismo. En contraposición con esto, y sacado de la misma encuesta, un 66% de las personas expusieron que las zonas de recreo, rampas, escaleras mecánicas y zonas verdes son insuficientes.

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Algo que ha sido un completo avance para todos los barrios del norte de Bilbao, donde se encuentra Otxarkoaga, ha sido la llegada del metro. La línea 3 del mismo, operada por Euskotren, une los barrios de Matiko con Kukullaga. Hasta la llegada del suburbano, tres líneas de autobús eran las que llegaban hasta el barrio, la línea 03, 34 y 38. Ese servicio de autobús sigue funcionando hoy día. Paula cuenta entusiasmada las mejoras que se han ido dando en su barrio, ahora con el metro “todo es mucho más fácil” ya que no hay horarios fijos, como en los autobuses. Explica que hace unos años tenía que estar pendiente del reloj para llegar a la parada a tiempo y no perder el autobús, lo que le supondría otros veinte minutos de espera. “Ahora no estoy atenta de los horarios, bajo al metro y como la frecuencia con la que pasan los trenes es mayor, en cuestión de minutos me presento en el centro de Bilbao”, añade Paula. El 78% de los encuestados por OtxarBerriak (https://twitter.com/OtxarB/status/1337726051284299776?s=20) afirma que los transportes públicos que hay en Otxarkoaga sí son suficientes.

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Tal y como explica Ángeles, ahora está agradecida porque hace ya unos años sus padres pudiesen comprar un piso en las mejores condiciones para vivir únicamente con su familia más cercana. María Ángeles termina diciendo: “me da rabia cuando nos discriminan por ser de aquí porque en su época no tuvimos más opción”. Y esa es la esencia de Otxarkoaga, un barrio en el que todos sus vecinos se conocen y a pesar del paso del tiempo y de todas las transformaciones positivas que se han ido dando, nunca pierde su esencia.

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